sábado, 14 de junio de 2014

ANÁLISIS CHAVISMO Y MADURISMO ES LA MISMA COSA O TODO LO CONTRARIO


   Hoy en día no es extraño desde las filas de quienes se oponen al gobierno bolivariano venezolanoescuchar, leer y ver a través de los medios masivos de comunicación, los conceptos de Madurismo y Chavismo, quienes a través de estos dos conceptos desean implantar en el pueblo, que este gobierno no guarda ninguna relación con el gobierno del ya desaparecido Presidente Hugo Chavez Frías, por lo cual Maduro no es Chavez.

   En la campaña constante de oposición al Gobierno Revolucionario Bolivariano, ha nacido otra campaña y es la de tratar de desvincular el gobierno del extinto Presidente Chavez del gobierno actual del Presidente Maduro, en donde se busca crear una barrera entre uno y otro, donde intencionalmente se busca ganar adeptos dentro de las lineas de lo que se han definido como chavistas. La manera es hacer creer a la población que las lineas políticas, económicas, sociales e institucionales del Presidente Maduro son diferentes a las del Presidente Chavez. Matriz de opinión que no han logrado que cale dentro del pueblo mas duro en los procesos electorales, como es el de los sectores mas humildes y pobres, los cuales han sido beneficiarios de las grandes misiones, las cuales el Presidente Maduro ha fortalecido y creado otras nuevas.

     Es por ello que el concepto Chavismo vs Madurismo, solo es una campaña publicitaria y propagandística de la ultra derecha nacional e internacional, que durante 14 años ha tratado de derrotar por medio de procesos electorales al Chavismo y que al no obtener resultados positivos han intentado derrocar el gobierno por medio de un golpe de estado militar de generales sin tropas y políticos sin pueblo en el año 2002, los cual no lograron alcanzar sino por unas horas. Por lo que a nivel internacional y nacional han desarrollado una campaña publicitaria y propagandística negra hacia el país. Y en vista de no haber obtenido resultado hoy en día con el concepto de Chavismo Vs Madurismo han arreciado con un golpe suave de tipo económico,  con el cual ha no obtener resultado han tratado de llevarlo al plano social, politico e institucional con las guarimbas.

     Gurimbas que no han obtenido sino el rechazo de la mayoría de la población dentro del país, las cuales han tratado de maximizar con opiniones de artista de la farándula mundial, y vídeos de represiones y abuso de los derechos humanos tomados dentro de la geografía de los países que levantan la voz en protesta y contra de Venezuela.

      Gracias a las redes sociales y a Telesur, se ha logrado desmentir todas las campañas que se han querido crear en contra del gobierno y los venezolanos, por lo que han arreciado en su estrategias comunicacionales y económicas en contra del país, donde solo ha quedado evidenciado una lucha de clases sociales y no una lucha política que le permita a la oposición venezolana lograr calar dentro de la población mas humilde y pobre, la cual sigue y apoya el Chavismo que es presidido actualmente por Nicolas Maduro.

     Otra matriz de opinión que se ha buscado instituir en los venezolanos es que el segundo plan de la patria, propuesto por el Presidente Chavez fue violentado por el actual gobierno al hacerlo ley, situación que no pasa mas que de seguir en buscar de crear divisiones dentro de las filas del Chavismo, pues el Plan de la Patria es el mismo lo único es que fue adecuado para promulgarlo como ley, donde hubo un cambio ínfimo en su forma para llevarlo a ley, pero que contiene el fondo de todo lo planteado por Chavez, es decir el propósito y el fin del este programa su esencia se mantiene de acuerdo a las premisas del extinto Presidente Chavez.






3 comentarios:

  1. Chavismo Vs. Madurismo, la apología del “Hombre Nuevo”
    Por: Luis Lira Aponte | Martes, 09/12/2014 10:37 AM | Versión para imprimir
    Siempre recuerdo al camarada Hugo en sus innumerables alocuciones, hablando de aquel “Hombre Nuevo”, donde hacía referencia a ambos géneros, incluyendo sabiamente a la mujer como sujeto creador y motivador de la revolución socialista, que en sus propias palabras debía ser el instrumento permanente para la emancipación real del pueblo.

    Luego de su muerte y posterior lanzamiento de lo que se ha llamado “El Legado de Chávez” se han generado grandes dudas, sobre cuáles son sus preceptos dogmáticos y las líneas doctrinarias del mismo, ya que si a ver vamos, ni los más allegados al Comandante Supremo cumplen con los requisitos mínimos de ser el ejemplo ético y moral contemplado en ese modelo ciudadano.

    Históricamente, el estereotipo del Hombre y la Mujer Nueva, se le atribuye al Comandante Ernesto “Che” Guevara, cuya esencia radica en la satisfacción de ser un buen revolucionario, proactivo y motivado por los incentivos morales que a fin de cuenta son los únicos, que según su criterio, deben mover a la sociedad socialista.

    Si bien, nuestro Eterno Comandante instruyo sobre esta tarea a los mentores del nuevo sistema, muy pocos entendieron sobre cuál era el cambio de pensamiento que debía reinar en la naciente estructura social del siglo XXI, transformando a conveniencia el enfoque y la orientación de ese barco que ahora llamamos revolución.

    Cambiar las costumbres y arraigos de un hombre alienado, que basa sus principios en el modelo cuarto republicano del “no me des, ponme donde haiga”, hacen extremadamente difícil construir una revolución socialista real, dado que la misma sociedad es coparticipe en la generación de falsos valores que colocan en primer lugar a un individuo deshonesto, opulento y holgazán que nada tiene ver en la construcción de una visión positiva en pro del país y la comunidad.

    En la Venezuela del presente, el hombre nuevo que se hace llamar socialista, no basa sus principios en el trabajo voluntario, más bien se acoge a los incentivos monetarios propios del sistema clientelar capitalista, que corrompe y esclaviza al ser, en un círculo vicioso que fomenta el individualismo, el materialismo y la competencia desleal.

    Situaciones como esta, desmovilizan y desmoralizan al militante activo que sí se considera chavista, heredero del legado de la construcción del sueño de un país potencia en inclusión, oportunidades y respeto por el otro que aun pensando diferente lo considera hermano por ser hijos de esta gran nación.

    Hoy, más que nunca en la era de la luz, debemos reencontrarnos para alcanzar el equilibrio social, donde se sobrepongan los valores espirituales, éticos y morales, sobre los elementos materiales que separan a los seres humanos de esta tierra en los dos nuevos estratos, “La Casta Boliburguesa y los Pendejos Chavistas”.

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  2. Chavismo Vs. Madurismo, la apología del “Hombre Nuevo”
    Por: Luis Lira Aponte | Martes, 09/12/2014 10:37 AM | Versión para imprimir
    Siempre recuerdo al camarada Hugo en sus innumerables alocuciones, hablando de aquel “Hombre Nuevo”, donde hacía referencia a ambos géneros, incluyendo sabiamente a la mujer como sujeto creador y motivador de la revolución socialista, que en sus propias palabras debía ser el instrumento permanente para la emancipación real del pueblo.

    Luego de su muerte y posterior lanzamiento de lo que se ha llamado “El Legado de Chávez” se han generado grandes dudas, sobre cuáles son sus preceptos dogmáticos y las líneas doctrinarias del mismo, ya que si a ver vamos, ni los más allegados al Comandante Supremo cumplen con los requisitos mínimos de ser el ejemplo ético y moral contemplado en ese modelo ciudadano.

    Históricamente, el estereotipo del Hombre y la Mujer Nueva, se le atribuye al Comandante Ernesto “Che” Guevara, cuya esencia radica en la satisfacción de ser un buen revolucionario, proactivo y motivado por los incentivos morales que a fin de cuenta son los únicos, que según su criterio, deben mover a la sociedad socialista.

    Si bien, nuestro Eterno Comandante instruyo sobre esta tarea a los mentores del nuevo sistema, muy pocos entendieron sobre cuál era el cambio de pensamiento que debía reinar en la naciente estructura social del siglo XXI, transformando a conveniencia el enfoque y la orientación de ese barco que ahora llamamos revolución.

    Cambiar las costumbres y arraigos de un hombre alienado, que basa sus principios en el modelo cuarto republicano del “no me des, ponme donde haiga”, hacen extremadamente difícil construir una revolución socialista real, dado que la misma sociedad es coparticipe en la generación de falsos valores que colocan en primer lugar a un individuo deshonesto, opulento y holgazán que nada tiene ver en la construcción de una visión positiva en pro del país y la comunidad.

    En la Venezuela del presente, el hombre nuevo que se hace llamar socialista, no basa sus principios en el trabajo voluntario, más bien se acoge a los incentivos monetarios propios del sistema clientelar capitalista, que corrompe y esclaviza al ser, en un círculo vicioso que fomenta el individualismo, el materialismo y la competencia desleal.

    Situaciones como esta, desmovilizan y desmoralizan al militante activo que sí se considera chavista, heredero del legado de la construcción del sueño de un país potencia en inclusión, oportunidades y respeto por el otro que aun pensando diferente lo considera hermano por ser hijos de esta gran nación.

    Hoy, más que nunca en la era de la luz, debemos reencontrarnos para alcanzar el equilibrio social, donde se sobrepongan los valores espirituales, éticos y morales, sobre los elementos materiales que separan a los seres humanos de esta tierra en los dos nuevos estratos, “La Casta Boliburguesa y los Pendejos Chavistas”.

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  3. Chavismo Vs. Madurismo, la apología del “Hombre Nuevo”
    Por: Luis Lira Aponte | Martes, 09/12/2014 10:37 AM | Versión para imprimir
    Siempre recuerdo al camarada Hugo en sus innumerables alocuciones, hablando de aquel “Hombre Nuevo”, donde hacía referencia a ambos géneros, incluyendo sabiamente a la mujer como sujeto creador y motivador de la revolución socialista, que en sus propias palabras debía ser el instrumento permanente para la emancipación real del pueblo.

    Luego de su muerte y posterior lanzamiento de lo que se ha llamado “El Legado de Chávez” se han generado grandes dudas, sobre cuáles son sus preceptos dogmáticos y las líneas doctrinarias del mismo, ya que si a ver vamos, ni los más allegados al Comandante Supremo cumplen con los requisitos mínimos de ser el ejemplo ético y moral contemplado en ese modelo ciudadano.

    Históricamente, el estereotipo del Hombre y la Mujer Nueva, se le atribuye al Comandante Ernesto “Che” Guevara, cuya esencia radica en la satisfacción de ser un buen revolucionario, proactivo y motivado por los incentivos morales que a fin de cuenta son los únicos, que según su criterio, deben mover a la sociedad socialista.

    Si bien, nuestro Eterno Comandante instruyo sobre esta tarea a los mentores del nuevo sistema, muy pocos entendieron sobre cuál era el cambio de pensamiento que debía reinar en la naciente estructura social del siglo XXI, transformando a conveniencia el enfoque y la orientación de ese barco que ahora llamamos revolución.

    Cambiar las costumbres y arraigos de un hombre alienado, que basa sus principios en el modelo cuarto republicano del “no me des, ponme donde haiga”, hacen extremadamente difícil construir una revolución socialista real, dado que la misma sociedad es coparticipe en la generación de falsos valores que colocan en primer lugar a un individuo deshonesto, opulento y holgazán que nada tiene ver en la construcción de una visión positiva en pro del país y la comunidad.

    En la Venezuela del presente, el hombre nuevo que se hace llamar socialista, no basa sus principios en el trabajo voluntario, más bien se acoge a los incentivos monetarios propios del sistema clientelar capitalista, que corrompe y esclaviza al ser, en un círculo vicioso que fomenta el individualismo, el materialismo y la competencia desleal.

    Situaciones como esta, desmovilizan y desmoralizan al militante activo que sí se considera chavista, heredero del legado de la construcción del sueño de un país potencia en inclusión, oportunidades y respeto por el otro que aun pensando diferente lo considera hermano por ser hijos de esta gran nación.

    Hoy, más que nunca en la era de la luz, debemos reencontrarnos para alcanzar el equilibrio social, donde se sobrepongan los valores espirituales, éticos y morales, sobre los elementos materiales que separan a los seres humanos de esta tierra en los dos nuevos estratos, “La Casta Boliburguesa y los Pendejos Chavistas”.

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